viernes, 29 de noviembre de 2013

Si yo fuera Presidente...




Quien no se ha imaginado de pequeño crecer y convertirse en presidente del país. De hecho, quizás la mayoría lo soñó alguna vez. Cuando chico, uno ve el mundo como algo pequeño, fácil, y pensamos que podemos hacer cualquier cosa. Cuando crecemos, nuestra perspectiva cambia, y nuestro mundo cambia con ella. Ya no imaginamos tanto, sino nos concentramos en hacer las cosas, de vivir el día a día. Sin embargo, de vez en cuando miramos al cielo, y soñamos...
Si yo fuera Presidente, probablemente sería uno muy impopular, odiado y repudiado por muchos. Quizás al final de mi mandato me perseguirían para encarcelarme, y tendría que vivir en otro país para evitar las persecuciones políticas. ¿La razón? Sería uno de esos Presidentes que forzaría a todos a cumplir las leyes. Además, atacaría y reformaría a todas aquellas instituciones que no la cumplan. Algunas acciones específicas que haría:
  • Reformaría a las fuerzas del orden, de los pies a la cabeza, botando a todo mal elemento y estableciendo multas y castigos progresivos, de acuerdo a las diferentes faltas cometidas. (Tendría a varios miles de policías en mi contra)
  • Establecería una verdadera política antidrogas, y forzaría su cumplimiento de verdad. Dejaríamos de ser uno de los principales exportadores del mundo de drogas, lo cual afectaría directamente la economía de miles de peruanos (Todos aquellos que directa o indirectamente se benefician de las drogas estarían en mi contra)
  • Cambiaría totalmente el transporte público, sacando del mercado a todo vehículo que se use para transporte de pasajeros, y que no cumpla con un cierto mínimo de normas de seguridad y capacidad de usuarios. Además obligaría que todo vehículo de transporte público requiera utilizar gas natural en vez de gasolina o diesel. (Es decir, miles de dueños de combis, ticos y otros vehículos similares no podrían trabajar más, y estarían en mi contra)
  • Eliminaría totalmente la piratería en el país, decomisando, destruyendo y hasta encarcelando a aquellos que comercializan esto a vista y paciencia de todo el mundo. (Gracias a ello, cientos de piratas en todo el país, y miles de usuarios que compran cada día estos productos estarían en mi contra)
  • Reformaría totalmente al poder judicial, eliminando la maldita prescripción. Además obligaría que todo juicio deba terminar en un plazo no mayor a 1 año, o de lo contrario, se le abriría proceso al juez a cargo por dilatar el proceso. (Cientos de magistrados me odiarían de por vida, así como todos aquellos corruptos que se aprovechan de la prescripción y de lo largo que se demora la justicia en actuar para cometer sus fechorías)
  • Obligaría a las municipalidades a inspeccionar y cerrar todos aquellos locales que venden comida, y que no cumplen con los mínimos estándares de salubridad (Miles de comedores improvisados se quedarían en la calle, y sus usuarios también me odiarían porque tendrán que ir a un lugar UN sol más caro para comer sus menús)
  • Eliminaría la prostitución y mendicidad en las calles totalmente, así como a los vendedores ambulantes. (Más enemigos: prostitutas, mendigos y ambulantes)
Al final, y luego de mi corta presidencia (pues probablemente me sacarían del poder), tendría cientos de miles de policías, narcos, taxistas, microbuseros, piratas, magistrados, corruptos, comederos, prostitutas, mendigos, ambulantes y muchos más totalmente en mi contra, la mayoría en la calle y buscando una nueva fuente de sustento. Quizás después de tamaña reforma del país, las cosas serían mucho mejores y lograríamos salir del subdesarrollo en el que estamos sumergidos... pero claro, es una reforma que ningún presidente en su sano juicio se atrevería a realizar...

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