viernes, 24 de febrero de 2012

HABILIDADES Y COMPETENCIAS EN EL SIGLO XXI (SEGUNDA PARTE)


En los objetivos de desarrollo del Milenio se incluyen, de modo expreso, aspectos vinculados a garantizar el derecho de las personas a la educación. Esto obedece a su carácter de derecho humano, cuyo respeto es parte ineludible de toda concepción de desarrollo. En el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos se señala que: Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. También dice que, la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales. Y por último que, los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos

Entender la educación como un derecho, le otorga un estatuto que reclama progresar hacia su exigibilidad jurídica, para todos los ciudadanos en los ámbitos internacional y nacional. Del mismo modo, la integra al contexto de otros derechos sociales como el derecho a la salud y al trabajo decente, que se interconectan y potencian entre sí. Por consiguiente, el interés por evaluar la educación en la región está orientado a proporcionar información que permita a los gobiernos y a otros agentes sociales adoptar las medidas tendientes a garantizar este derecho de modo universal. Esto exige disponer de la capacidad para identificar a los sectores de la población que se encuentran excluidos de su goce.

Además de ser un derecho vinculado al desarrollo pleno de las personas, la educación incide decisivamente en las oportunidades y la calidad de vida de los individuos, las familias y las colectividades. El efecto de la educación en la mejora de los niveles de ingreso, la salud de las personas, los cambios en la estructura de la familia, la promoción de valores democráticos, la convivencia civilizada y la actividad autónoma y responsable de las personas ha sido ampliamente demostrado. La garantía de un aprendizaje vinculado a la formación de la identidad de las personas y de su capacidad para convivir, hacer, emprender y aprender de modo continuo, debe ser el pilar fundamental de una concepción integral de la educación para el siglo XXI según la opinión de la UNESCO.

La educación cumple un papel clave en la distribución de las oportunidades de bienestar, en particular en sociedades como la latinoamericana, caracterizada, por grandes desigualdades sociales.Por ende, en diversas instancias a escala internacional se han establecido objetivos básicos al respecto. Así, el Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe, que abarcó dos décadas (1980-2000), incluía entre sus metas alcanzar la escolarización primaria universal.

Asimismo, en 1990, en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos se planteó la necesidad de garantizar la escolarización primaria universal en el marco de una “visión ampliada”, según la cual la educación constituye un conjunto complejo de acciones orientadas a satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de las personas. En el año 2000, en el Foro Mundial sobre la Educación celebrado en Dakar, se evaluó el progreso en relación con las metas establecidas en 1990 y se estableció un marco de acción que incluye, entre otros objetivos, velar por que todos los niños tengan acceso a una educación primaria de buena calidad y la concluyan. Durante el período preparatorio del Foro se acordó un marco de acción regional. En el 2002 se identificaron focos estratégicos orientados a promover el logro de estos objetivos y los Ministros de Educación aprobaron un nuevo Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe para el período 2002-2017.

De lo anterior se desprende que, la incorporación de la meta vinculada a la conclusión universal de la educación primaria a los objetivos de desarrollo del Milenio, obedece a un proceso sostenido de logro de consensos y establecimiento de prioridades a escala regional e internacional. Este proceso estuvo dirigido a garantizar el derecho universal a la educación, pasando de su declaración a su exigibilidad. La educación primaria completa se concibe como un mínimo que todos los países han de garantizar a sus niños y niñas, independientemente de que en cada uno se identifiquen necesidades y desafíos propios. Por último cabe destacar que, no obstante la difundida tendencia a considerar que la Educación primaria universal es un objetivo ya alcanzado en América Latina, aún existen importantes desafíos en relación con el cumplimiento del derecho universal a una educación primaria de calidad. Está documentada la existencia, por una parte, de importantes falencias de calidad y, por otra, de grandes rezagos, estrechamente vinculados a desigualdades sociales, que influyen en gran medida en las probabilidades que tienen los niños y niñas de concluir la educación primaria.

De allí que garantizar su conclusión de modo universal requiere identificar a los sectores de la población más desfavorecidos en este ámbito y diseñar políticas de equidad acordes. Ello supone un compromiso social que permita la adopción de medidas en el ámbito local y una mejor identificación de los excluidos, para diseñar programas que respondan a sus circunstancias particulares. Se debe garantizar que todos los niños y niñas puedan concluir un ciclo completo de educación primaria supone, en primer lugar, que tengan acceso a este. Por tal razón, el primer indicador que se considera es la tasa neta de matrícula en la educación primaria. El promedio regional de este indicador equivale al 93% en el 2002. La mayoría de los países registraban, a comienzos de la presente década, niveles de acceso relativamente altos. De hecho, en prácticamente todos los países y territorios considerados, por lo menos el 80% de los niños en edad de estar matriculados en la educación primaria lo están. Además, en 25 de ellos (12 de América Latina y 13 del Caribe) la tasa neta de matrícula supera el 90%. Cabe destacar que la región presentó un avance importante en la década pasada, toda vez que hacia 1990 dicha tasa era del 86%. El ritmo del progreso ha superado al mundial, que era del 82% en 1990 y del 84% en el 2000.

Vivimos en un mundo en continua transformación en donde los que “superviven” ya no son los más fuertes sino los más capaces de adaptarse (los que aprenden a cambiar). Coincidimos en que el conocimiento viene con fecha de caducidad, el conocimiento es efímero y hay que renovarlo constantemente; por eso se dice que el currículo debe ser flexible para ir cambiándolo permanentemente. Por lo que diremos lo siguiente:

· La misión de la educación es preparar y dar herramientas a los jóvenes para enfrentar con garantías la vida que tienen por delante. Démosle más hincapié a los aspectos humanos como las relaciones interpersonales, comunicación, gestión de sí mismo, pensamiento crítico, creatividad, innovación, etc.

· El conocimiento necesario para sobrevivir en el mundo actual es tácito y se obtiene mediante la experiencia y la práctica, en la vida diaria. Existe una absoluta desconexión entre la formación recibida en las aulas y su correspondiente desempeño en el puesto de trabajo. Se dice que las competencias necesarias para desempeñarse en un puesto de trabajo por desgracia no se adquieren en un aula sino en la práctica diaria

· Aristóteles dijo: “Lo que tenemos que aprender, lo aprendemos haciendo. Lo que se memoriza se olvida y sobre todo, si lo que se aprende no proviene de la experiencia propia, no se aprende y se olvida rápidamente”. El modelo de la escuela debería ser: Tú practica y cuando te equivoques nosotros te ayudaremos primero la práctica, luego la teoría.

· Necesitamos un cambio en lo qué enseñamos y en el cómo lo enseñamos este cambio va a redefinir el papel del docente, del alumno y de los contenidos. ¿Qué deberíamos pedir a un profesor? Que instale en los jóvenes el amor por aprender; enseñarles a ser proactivos y autónomo, que sean curiosos ya que eso significa aprender. Aprender a aprender se convierte en la habilidad clave para alcanzar el éxito en la vida.

En conclusión diremos que:- Enseñamos muchas cosas que no sirven y dejamos de lado aquello que realmente es esencial para vivir. - La educación no consiste en aprobar asignaturas ni ocurre dentro de los muros de una escuela. El conocimiento se consigue a través de la práctica diaria. La posible solución a este problema de la educación sería: Lo primero es consensuar el currículo y adaptarlo. Lo segundo es hacerlo flexible y revisarlo continuamente. Lo tercero es cambiar la forma en que tratamos de que los niños aprendan.

La educación en el Perú nunca sea tomado en cuenta sus problemas en las escuelas colegios y universidades, el compromiso de los padres de familia en la educación de sus hijos, tampoco un consenso político de los gobernantes. Los docentes siempre somos afectados del desprestigio de los mismos políticos, y la sociedad nos consideran de último lugar de todo los profesionales. La metodología también es un modelo que no se adecúa al desarrollo del aprendizaje de los niños y jóvenes para su formación, es un modelo impuesto por las autoridades de del ministerio de educación, los medios educativos son insuficientes. El presupuesto nacional no está bien estructurado que no es suficiente el 4% del P.B.I. Falta de apoyo gratuito a los maestros en maestrías y doctorados como lo hizo la Región del Callao que invirtió el 50 % de su presupuesto asignado ya que se trata de educación para un país como el Perú. Todas estas dificultades no están bien consideradas en el Perú, solo se recuerdan en el momento de campañas políticas. Si nosotros deseamos alcanzar figurar en cuadro de la evaluación internacional que hace O.C.D.E (la organización para cooperación y el desarrollo económico) tendríamos que organizarnos de una manera más ingeniosa en la administración de la educación como una sociedad científica para la educación en el Perú, De esta manera despolitizar la educación. Donde la política educativa no se rompe como bachillerato automático del acuerdo nacional, carrera magisterial. Según publicación de libro de Eduardo Palomino Tompson (política educativa escolar en el Perú) muestra que la mayoría de los gobiernos llegan al palacio sin ningún programa educativo en sus primeros meses de gobierno es donde se encuentra la crisis de la educación. También promover el interés de participación de los padres en la educación de sus hijos. Todas las orientaciones nacionales e internacionales, convenciones, recomendaciones y otros documentos como de la UNESCO (la organización de las naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura) .La OEA (Organización de los Estados Americanos) UNICEF (fondo de Naciones Unidas para la infancia), Banco Mundial, la Iglesia Católica seguirán con influencia en la educación. Nos servirán como financiamiento a la innovación y creatividad en los alumnos mediante becas cheques, bonos, aplicación de la práctica en las empresas de los alumnos.

HABILIDADES Y COMPETENCIAS DEL SIGLO XXI


El principal propósito de este tema consiste en proporcionar orientaciones a responsables políticos, investigadores y educadores para el diseño de medidas, que afectan principalmente a esta nueva generación en la sociedad del conocimiento. El desarrollo social y económico exige que los sistemas educativos, ofrezcan nuevas habilidades y competencias, que les permitan beneficiarse de las nuevas formas emergentes de socialización y contribuyan activamente al desarrollo económico, bajo un sistema cuya principal base es el conocimiento. Estas habilidades y competencias, se denominan normalmente habilidades y competencias del siglo XXI, con el fin de indicar que están más relacionadas con las necesidades de los modelos emergentes de desarrollo económico y social

Los jóvenes, se encuentran en plena experimentación de nuevas formas de socialización y de adquisición de capital social, a las que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están contribuyendo en gran medida. Su educación, ya sea en casa o en la escuela, proporciona valores y actitudes sociales, así como experiencias constructivas que les permitirán beneficiarse de oportunidades que, favorecen activamente la creación de nuevos espacios de vida social.

Por consiguiente, los gobiernos deberían hacer un esfuerzo para identificar y conceptualizar correctamente el conjunto de habilidades y competencias, requeridas según los estándares educativos que cada estudiante debe ser capaz de alcanzar al final de la educación obligatoria. Para ello, las autoridades educativas deberían ser conscientes de que para tener éxito en este proceso, ha de hacerse un doble esfuerzo. Esto sólo es posible a través de su incorporación en el sistema educativo nacional, a su vez, reforzado y evaluado por las autoridades. Algunos les llaman nativos digitales, otros, generación del pulgar. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ha optado por denominarles aprendices del nuevo milenio. Son los niños y jóvenes que han crecido de forma paralela, al importante desarrollo tecnológico de la última década, y que hoy en día pueden beneficiarse de los nuevos modos de aprendizaje y de las oportunidades que les ofrecen estas tecnologías, en el ámbito educativo.

En su reciente informe sobre este tema: 'Habilidades y competencias del siglo XXI para los aprendices del nuevo milenio', los responsables del proyecto analizan y detallan las nuevas habilidades y competencias que, demandan el mercado laboral y la sociedad actual y que capacitarán a los estudiantes, para realizar un trabajo de forma eficaz en el futuro. Estas destrezas cognitivas son inseparables de las tecnologías. Por una parte, porque el propio desarrollo tecnológico genera nuevos modos de trabajar y de aprender y, por otra, porque las nuevas herramientas digitales son de gran utilidad para desarrollar estas habilidades y competencias.

Según el informe del proyecto de la OCDE, las principales habilidades y competencias que deben adquirir los aprendices del nuevo milenio están relacionadas con los nuevos modos de información y comunicación digitales. Éstas son las más destacadas:

  • Ante el exceso de material informativo disponible en la actualidad, el estudiante debe adquirir habilidades para buscar, seleccionar, evaluar y organizar la información.
  • Una vez compilada y organizada la información, el alumno debe aprender también a transformarla y desarrollar sus propias interpretaciones. De este modo, se fomentan habilidades de creatividad, innovación, toma de decisiones y resolución de problemas.
  • Las aplicaciones TIC incrementan las posibilidades de comunicación en grupo, que requiere habilidades como la coordinación o el trabajo en equipo.
  • Para comunicarse con los nuevos medios digitales, el estudiante debe trabajar competencias esenciales que le hagan transmitir sus mensajes de forma eficaz. Para ello necesita desarrollar el pensamiento analítico y reflexivo.
  • Un uso responsable de las TIC exige por parte del alumno reconocer sus riesgos potenciales y respetar las normas sociales de comportamiento en el entorno digital. Esto favorece el pensamiento crítico y la toma de decisiones.

La sociedad del conocimiento es la estructura resultante de los efectos y consecuencias de los procesos de mundialización y globalización. Esta estructura dinámica surge de la creación de un sistema de comunicación diverso que se construye desde la tecnología. En nuestra búsqueda de la verdad y del conocimiento, adherimos a determinadas concepciones, algunas de ellas de carácter interpretativo de la realidad. La interpretación de ésta se puede plantear desde concepciones más o menos extremas, por ejemplo la constructivista radical, que niega la existencia de toda realidad objetiva y que considera que la misma es una construcción humana que depende por completo del acuerdo entre los participantes. (Guba y Lincoln, 1989). Según estos autores, la verdad es el resultado de un consenso entre individuos y grupos, y fuera de esa situación, carece de sentido. Por otra parte, la concepción post-modernista asume el giro interpretativo en una dirección diferente.

Según esta concepción, la razón no va a resolver nuestros problemas sino todo lo contrario. Se propone "de construir", "desnormalizar" y "desmantelar" los discursos intelectuales que hemos elaborado pues ellos sólo constituyen "regímenes de verdad" en el cual se unen saber y poder para lograr "normalizar" a las personas haciéndolas aquiescentes y "útiles" a la sociedad moderna. Asumiendo un enfoque interpretativo que se sitúa en una tercera concepción democrática deliberativa– que incluye como requisitos la inclusión, el diálogo y la deliberación, podemos asumir que la verdad y el conocimiento se construyen a través del lenguaje en el que se ponen de manifiesto los intereses auténticos de los individuos o grupos, por medio del diálogo crítico. En la medida que el lenguaje se va transformando anulando formas y estilos anteriores, reflejo de una verdad anterior, también va generándose otra realidad que se estructura y organiza a partir de las lógicas, intencionalidades y valoraciones de quienes se apropian de este nuevo lenguaje. Por un lado, la concepción que asumimos para entender la construcción de la realidad y por otro, la comprensión de la realidad construida por el lenguaje de las nuevas tecnologías, nos hace percibir la sociedad emergente, con un sentido de red y características que hacen que la relación dialógica se manifieste de un modo diferente. Surge entonces lo siguiente:

- Una nueva forma de concebir el tiempo y el espacio, haciendo que estos elementos básicos para la constitución del ser social se configuren desde otra lógica referida al tiempo y al espacio, ya que los participantes en el diálogo pueden comunicarse y construir relación desde diversos lugares y momentos.

- Se asigna y reconoce mayor valor para la información, transformándola en un elemento clave de realización personal y profesional, sin la cual los sujetos no pueden participar activamente en los procesos de construcción social, desde las variadas perspectivas en que ello es posible.

- Se reconoce una tendencia hacia la inmaterialización de los procesos laborales, permitida e impulsada por el desarrollo tecnológico: negocios y oficinas virtuales, comunicaciones en red que de alguna manera cambian las relaciones laborales tradicionales donde existía un lugar físico específico y personas que interactuaban presencialmente en ese espacio.

- Dependencia y en algunos casos subordinación de las comunidades menos desarrolladas desde el punto de vista tecnológico ante aquellas que han logrado mayor avance; mientras ciertas comunidades están en proceso de alfabetización en el ámbito del desarrollo tecnológico, otros se encuentran en una etapa de perfeccionamiento avanzado, que les permite ir construyendo nuevos conocimientos, nuevas realidades y nuevas sociedades con organizaciones y realizaciones más efectivas y veloces lo que les da una ventaja en el aumento de la productividad económica, social y cultural.

De ese modo, se produce el tránsito hacia la sociedad del conocimiento, que surge cuando dichos efectos aparejados a un desarrollo explosivo de la tecnología, adquieren la fuerza y la organización necesaria que va originando un nuevo lenguaje, que no debe dejar de ser herramienta del diálogo crítico, elemento esencial que permite la generación de un cambio estructural, en las concepciones y paradigmas que modifican los pilares de una sociedad, y abren paso a la configuración de otra, en que el conocimiento construido se va legitimando y las potencialidades de otras construcciones abren nuevas visiones de organización, funcionamiento y desarrollo. En este nuevo mundo, de entre todas las tareas que son profesionales o aspiran a serlo, la enseñanza es la única a la que se le ha encargado la tarea formidable de crear capacidades y destrezas que permitirán que las sociedades sobrevivan y tengan éxito en la edad de la información .Según Pierre Astolfi, el aprender comprende tres etapas: información, conocimiento y saber, por las que debe transitar aquel que alcance el aprendizaje profundo. Las instituciones educacionales tienen así la tarea de organizar sus procesos de enseñanza y aprendizaje inter y extra aula, considerando estas etapas didácticas. En el fondo de ellas, está el desarrollo de las habilidades intelectuales de los alumnos y alumnas. Organizado de manera planificada y consciente para alcanzar en ellos un nivel de reflexión, que les permita la autonomía intelectual necesaria para crear y creer en los fundamentos, que se constituyan en la base de los continuamente renovados espacios de intervención social.

Cuando enfrentamos al sistema educativo, nos preguntamos: ¿Qué condiciones provocan unas afirmaciones de valor para que se conceptualicen bien? Se requieren instancias educativas que permitan la apropiación reflexiva de valores, base de una interacción constructiva con el medio. En la medida que se cumplan esas condiciones, la educación podrá responder al desafío que le plantean los objetivos fundamentales transversales que dicen relación con la continua redefinición y evolución de una sociedad democrática. El concepto de democracia contempla una forma de gobierno que recoge todos los intereses legítimos para llegar a decisiones de los gobiernos. Gutmann (1987) señala otro requisito central de la democracia que consiste en fomentar la deliberación conjunta de los ciudadanos acerca de materias de política social: "reproducción social consciente".

No decimos que todo lo presente se deba eliminar o cambiar definitivamente, es posible que muchos de estos elementos sean los adecuados a un momento o grupo social, pero lo que se requiere de la educación y de los educadores es que permitan y posibiliten que los educandos en general, gestores de la sociedad presente e inmediatamente posterior, asuman, gradual y deliberativamente qué elementos, creencias, paradigmas e ideas son aquellas que eligen reproducir en la sociedad que conformarán y desarrollarán. Ese es el sentido de la democracia que debe vivir la educación.