Amartya K. Sen es
un ateo auto declarado y sostiene que esto puede estar asociado con el
hinduismo como entidad política. Ante la cuestión de su identidad Amartya
K Sen declara.
Me defino como un
asiático, ciudadano indio, bengalí, de Bangladesh, ciudadano británico, hombre
feminista, tengo, pues, numerosas identidades, siempre en conflicto, pero a
veces, según el contexto, una resulta más pertinente. Ante la crisis reciente
estoy a favor del estado-providencia y veo argumentos fuertes a favor de la
intervención socialista. Pero cuando veo el hambre en Ucrania, o en Corea del
Norte, mi identidad es la de querer la libertad contra la opresión. No es una
cuestión de identidad, sino de razonamiento.
Posiblemente
la preocupación por los más pobres sea una de las principales constantes en la
obra de Sen. Sus estudios históricos y empíricos sobre el hambre, junto a las
propuestas de acción para contribuir a resolverla, son parte decisiva de su
obra. Los pobres y desposeídos del mundo puede que no tengan un defensor más
penetrante y sistemático entre los economistas que Amartya Sen. Al demostrar
que la calidad de nuestras vidas no se debería medir por nuestra riqueza, sino
por nuestra libertad, sus escritos han revolucionado la teoría y la práctica
del desarrollo.
La
Naciones Unidas, en su propio trabajo sobre el desarrollo, se han beneficiado
inmensamente de la sabiduría y el buen sentido de los puntos de vista del
profesor Sen". Ahora bien, dicho esto, hay que añadir inmediatamente algo
que dice el propio Sen, en su obra, Development as freedom: «De acuerdo con la
importancia que asigno al papel de la discusión pública como un vehículo para
el cambio social y el progreso económico (como queda claro en este texto), este
trabajo se presenta principalmente para la discusión abierta y la revisión
crítica. Durante toda mi vida he evitado hacer advertencias a las
"autoridades". Efectivamente, nunca he aconsejado a ningún gobierno,
y he preferido situar mis sugerencias y críticas, en lo que están puedan valer,
en la esfera pública. Puesto que he tenido la fortuna de vivir en tres
democracias con medios de comunicación que en gran medida no están sometidos a
censura (India, Gran Bretaña y USA) no he tenido razón para quejarme de falta
de oportunidad para la presentación pública de mi trabajo. Si mis argumentos
provocan algún interés, y ayudan a una mayor discusión pública de estos temas
tan vitales, tendré razones suficientes para sentirme bien recompensado».
Así,
por ejemplo, en un trabajo suyo que aparece publicado en un homenaje a Eva
Colorni, su segunda esposa, que falleció muy joven tras penosa enfermedad,
realiza una reflexión importante sobre lo que llama la moderación presupuestaria
o conservadurismo financiero. De sus comentarios se pueden extraer ciertos
elementos metodológicos que me parecen de primera importancia. Si por
conservadurismo financiero entendemos la tendencia a tener un presupuesto
equilibrado nada tendría que objetarse ante una tal razonable propuesta por
parte de los técnicos.
Sin
embargo, como señala Sen, hay otras dos ideas muy diferentes que se pretenden
justificar políticamente mediante el buen propósito de tratar de reducir el
déficit.
Se
trata de dos ideas:
El
fundamentalismo anti déficit y el fundamentalismo anti inflacionista. Dos al
menos son los problemas que aparecen y por los que merece la pena criticar a
estos fundamentalismos. Uno procede de
la necesidad de comprender mejor los escenarios sobre los que se aplican las políticas,
tener en cuenta que nos movemos en situaciones de información imperfecta y que tenemos que comprender mejor los marcos de
inestabilidad dinámica. Aparentemente un problema exclusivamente técnico pero
que tiene una enorme importancia política a la hora de diseñar proyectos y
estrategias que, al tener en cuenta esa situación dinámica, deberían facilitar
la libre participación y discusión social sobre los aparentemente abstrusos
problemas de gestión económica.
El
segundo problema aparece porque solamente se atiende a la obtención de un cero
en el déficit presupuestario pero sin analizar seriamente los
"costes" de la reducción del gasto en los diversos capítulos de la
inversión pública. Amartya Sen plantea una potente crítica a la pretensión de
discutir sobre el déficit mientras que solo se somete a la discusión los gastos
referidos a la seguridad social, a la atención al desempleo o a otros servicios
sociales públicos, sin colocar en el mismo plano de la discusión pública otros
gastos como los militares, los de seguridad debido y a la fuerte inversión en
investigación militar.
En
la acción pública, la discusión y la participación democrática resulta clave
para diseñar políticas económicas que atiendan a los más desfavorecidos y que se preocupen por la
igualdad.
Comprender
mejor los procesos de asignación que se producen mediante mecanismos
democráticos puede ser una de las vías para articular mejor el binomio igualdad
y libertad.
2.-
VALORES FAMILIARES
2.1. En la familia se expresan, con mayor constancia,
los sentimientos de afecto y cariño a los
hijos, el amor de los padres, donde se brinda protección a los hijos, y éstos
reciben las primeras orientaciones de formación y donde se desarrollan tanto
físico como psicológicamente. Aquí consolidarán su personalidad ética y
establecerán las relaciones que se traducen en valores y virtudes.
2.2. En el interior de la familia donde se va ir
moldeando la conducta de sus integrantes, a través de las reglas familiares,
los usos o costumbres, recibiendo también la familia la influencia de los
valores imperantes en la sociedad en la que está inmersa.
2.3. La familia es un
valor, porque permite establecer normas de comportamiento entre sus miembros,
«la moral familiar», y éstas normas al tener un contenido poseen valores.
2.4. La familia es fuente de valores, pues con cada
palabra, cada recomendación, con cada gesto en esas interacciones personales en
la familia se traduce en el modelo de conducta que se desea hacia los hijos, y
éste a su vez capta ese mensaje, aún cuando incida positiva o negativamente.
2.5.La familia tiene entre su misión de ser “la primera
fuente de humanización”
2.6.Cuando no hay la familia?
2.7.Los valores fundamentales de la familia, tales como
el amor, la verdad, la solidaridad, la generosidad, el respeto, comunicación,
fidelidad, responsabilidad, sinceridad, honestidad, obediencia, entre otros,
incidirán en la formación de la llamada personalidad ética de las personas y
que serán transmitidos a la sociedad en la que está inmersa la familia
2.8. Los Contravalores, Individualismo: Pensar solo en uno mismo, Visión mercantilista: “Vales según lo que tienes y no según lo que
eres”. Miedo: cuando el niño o niña no tiene la capacidad suficiente para
expresar lo que piensa o siente pues corroe el temor. La Mentira: que pueden valerse tanto los hijos como los padres para
tratar de convencer para conseguir lo que desean. La Desobediencia: que ante una orden que puedan dar los padres. El Chantaje: que se traduciría en que
los padres cuando le piden a su hijo que cambie su actitud a cambio de obtener
un regalo o un capricho. La
Irresponsabilidad, en el cumplimiento de determinadas tareas propias del
hogar como en el incumplimiento de tareas de la escuela, los que van formando
una personalidad irresponsable o su cumplimiento parcial, o hacerlo con el
menor esfuerzo, consolidando así también una personalidad conformista el mismo
que muchas veces va de la mano con la sobre protección que recibe el niño por
parte de sus padres lo que contribuirá a que el niño no sea identificado como
ser individual y único, capaz de hacer sus cosas por propia cuenta, sufriendo
las consecuencia a la larga cuando sea adulto. La violencia familiar:
que trae consecuencias negativas para la familia, cuyos efectos los sufren los
hijos quienes van adquiriendo los mismos hábitos o costumbres de una cultura de
la violencia como fiel reflejo de la conducta de sus padres
2.9.La
llamada formación y vivencia de los valores en la familia y que sea continuada
en la formación escolar como una manera de contrarrestar los mencionados
efectos perniciosos en la familia y a la vez que contribuye a la formación de
personas con principios y basamentos de ética
2.10.
Dado que familia y
sociedad se interinfluencian recíprocamente en un permanente proceso de
evolución y desarrollo, por esta interrelación considero que contribuye a su
consolidación lo siguiente: La construcción de la cultura del amor, esto es
posible desde que en cada familia como fuente de valores, se transmitan
permanentemente entre sus miembros como palmarios para hacer posible una
convivencia sana y honesta, en un ambiente que haga digno del trato entre sus
miembros. Y por ello se la define, “El amor implica confianza, protección,
respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento
emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar
sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y
espiritual de la persona amada”.
2.11.
La Comunicación es
importante, este aspecto en la familia, diría que es fundamental, porque es a
través de la comunicación entre sus miembros que permitirá relaciones
interpersonales verdaderas, sinceras, donde cada integrante exprese sus
inquietudes, sea lo que piense o siente sin temores, y a su vez los demás
escuchen y capten lo expresado y la sensibilidad que subyace de ese mensaje,
para luego saber entender y dar la solución a esa inquietud y a su vez pueda
ser fuente del nacimiento de otros valores dignos de ser vivenciados dado que
no debemos olvidar que los valores varían en el tiempo. La apertura de la
familia, la familia debe estar en aptitud de aceptar y acomodarse a los cambios
que se produzcan en la sociedad, en la medida que la familia está inmersa en
ella. En ese sentido se considera la familia como un sistema sociocultural
abierto en proceso de transformación, ésta transformación se da lugar de
acuerdo a los cambios sociales.