viernes, 14 de enero de 2011

CORRUPCION ENDEMICA


Hace algún tiempo nuestro compatriota, Premio Nobel de Literatura, publicaba unos ensayos refiriéndose a la diferencia, entre la Universidad Peruana y la inglesa. La diferencia era, básicamente, que la universidad inglesa preparaba a intelectuales y especialistas académicos, pero desconectados de su realidad y la política. Y la Universidad Peruana, sólo formaba buenos políticos. De allí tal vez la presencia de congresistas y funcionarios públicos en el entorno de los gobiernos de turno defendiendo este sistema universitario arcaico y corrupto.
El estudiante peruano, como el latinoamericano, dadas las circunstancias paupérrimas de su realidad, espera participar en la vida política, o para transformar su realidad o tratar de hacerlo, o para aprovechar los beneficios a los que se pueda sacar provecho de forma individual. Sin embargo, el estudiante perfecto, sería aquel preocupado en su realidad social, comprometido con ella mediante la universidad, pero sin distorsionar el sentido científico y académico de ella misma, y tratar de aportar desde aquella posición sin dejar de lado la esencia y el paradigma científico. El divorcio entre universidad y sociedad ha sido tan profundo que se ha llegado a un grado de desconexión entre ellas que ha permitido una brecha entre ambas, llegando incluso a la elitización, lamentablemente económica de la universidad.
Esta elitización, se manifiesta actualmente en las universidades nacionales mediante los Centros Pre-universitarios que aseguran el ingreso de forma más directa, aunque dependiendo siempre de la capacidad económica del estudiante. Otra muestra es los Programas Académicos y los Post Grados donde solo prima el ingreso económico con beneficios para unos cuantos y los de siempre. Aquí es donde se pierde el sentido de la capacidad académica lograda. Otro problema es el sistema administrativo interno, donde los puestos claves son siempre para los alineados al entorno sin el perfil ocupacional requerido, de allí que para conseguir un servicio o documento, el tramite sea todo un vía crucis para los usuarios. Otro tema es la autonomía universitaria, que constituye el derecho que tienen las universidades a una existencia libre y responsable, y a un gobierno en función a sus intereses y principios establecidos en la Constitución.
Se deduce entonces que Autonomía Universitaria, es la condición en la cual la universidad conserva, con libertad e independencia, aquello que constituye su manera de ser. La autonomía universitaria, a menos que sea declarada en la Constitución de un País, no es un territorio dentro del Estado de Derecho, sino un organismo colectivo social con fines eminentemente científicos y sobre ello es que cae el concepto de autonomía. Por lo tanto no puede calificarse a la autonomía como entera libertad e independencia del Estado, puesto que vive y convive dentro de él. La autonomía mal interpretada conduce a que las Universidades se vean blindadas en casos de corrupción ante organismos de control y hasta el propio ente judicial.
La corrupción en las universidades, aparentemente endémica, la visualizamos como el verdadero fin de permanencia y control de estas mismas. La utilización de la ideología política y la “causa partidaria”, se ha convertido de este modo en el medio de defensa del sistema institucionalizado de la corrupción y la disfuncionalidad, llegando a justificar todos los medios posibles para permanecer en el objetivo real; dándose una aproximación a la inevitable disyuntiva y confusión teleológica de si “el fin justifica los medios”.
La instauración del voto directo, universal y secreto en las universidades, permitirá evitar el caos institucional que se vive en varias casas de estudios y que son el caldo de cultivo para la infiltración de sectores que solo buscan el poder y por consiguiente el enriquecimiento ilícito. Es agotado el modelo de elección indirecta que se practica actualmente en las universidades públicas, debido a que propicia la corrupción, el clientelaje y el desorden institucional. Este modelo de elección ha generado que se gesten alianzas, a cambio de favores, entre quienes pretender mantenerse en el poder.
El voto directo, libre, universal y secreto es la salida. En este momento, lo que hay que hacer es poner de costado a los operadores políticos que son los que verdaderamente dirigen las universidades y dar la palabra a docentes y estudiantes para que voten libremente. Por eso es que hay ir hacia la reestructuración de la forma de elección de las autoridades, que los estudiantes voten directamente para el rector, vicerrector y decanos”.
Mantener el actual sistema perpetuará la formación de clientelas, la entrega de puestos a los estudiantes a cambio de apoyo, el soborno, la deslegitimación, y el caos institucional.
Los que están en contra del voto universal, sustentan en su argumento, que el voto universal para la elección de las autoridades universitarias, sería negativo para la democracia universitaria y fomentaría el terrorismo, lo cual no es cierto. Sino veamos los procesos de elecciones universitarias, es una verdadera olla de grillos. Como es de conocimiento público hay grupos estudiantiles que participan en toda las elecciones auspiciados por el Rector de la universidad u otro autoridad de mando inferior inmediato. Estos grupos que representan al rector, dicen ser los enviados del divino, como los verdaderos salvadores de la crisis universitaria y prometen terminar con la corrupción universitaria. En el tiempo de las elecciones, la lucha es contra todos, tildan de corruptos a todos los grupos estudiantiles que compiten en las elecciones. El día de las elecciones el campus universitario amanece regado de panfletos y volantes en los suelos con contenidos de insultos y calumnias, en contra de sus contrincantes.
Los miembros del jurado electoral son conformado por la mayoría de los integrantes de estos grupos, utilizan todas sus artimañas para ganar las elecciones. Ganan todos los años en todas las elecciones. Una vez puesto en sus cargos pasan a esclavos de su señor amo y son fiel sirvientes de él, pasan a ser dominados por las autoridades universitarios.
Se olvidan todo lo que prometieron en su campaña. La representación de la masa universitaria pasó al último rango, es más ahora este grupo de estudiantes se convierten en trabadores de la Universidad perciben dietas es decir tienen sueldo, comedor gratis, becas, laptop. Etc., etc.
Esto puede ser uno de las principales causas que pueda incitar tanto interés en estos grupos estudiantiles para convertirse parte de la corrupción universitaria y olvidarse de su verdadero deber de representación universitaria.
Es urgente para la salud moral del país, que se implemente modificaciones en la ley Universitaria 23733, con el fin de que de estos centros de enseñanza salgan productos intelectuales capaces de desempeñarse en el campo laboral con eficiencia y sobre todo, con ética profesional.