A pocos días de la elección del nuevo rector de la UNP, es necesario que la comunidad universitaria conozca y analice algunos aspectos que tienen que ver con las cualidades que debe tener la futura autoridad universitaria. La ética pública tiene por objeto alcanzar que las personas que ocupan un cargo público lo hagan con diligencia y honestidad como resultado de la razón, la responsabilidad, la madurez de juicio y el sentido del deber. La adopción verdadera de estos preceptos hace que no haya lugar a actos de corrupción.
Por ello, los valores éticos son importantes en la vida pública, cuando los valores se expresan en la vigencia del sentido del servicio, de la probidad y la integridad se acredita la confianza en el quehacer público. Lo contrario ocurre cuando los valores que rigen la vida pública son la irresponsabilidad, negligencia, favoritismo e inequidad que ocasiona la pérdida de confianza en las instituciones con lo que sobreviene el deterioro de la calidad del servicio. En las antiguas civilizaciones se encuentran referencias, sobre la formación de los valores para los gobernantes antes de asumir sus cargos. De esta manera ejercitaban su política de gobierno, contando con principios éticos que respaldaban su gestión.
AUTORIDAD La teoría política enseña que, la autoridad es la facultad o potestad que tienen los gobernantes para mandar, mediante políticas que beneficien a los gobernados. Cuando la autoridad no se entiende como servicio a un bien común, dicha acción se corrompe y se transforma en despotismo, que es una forma de poder anti político que avasalla los derechos de los demás. Esto es lo que siempre ocurre en las Universidades Públicas.
HONOR Es una virtud que deben poseer aquellos elegidos en cargos públicos, de no ser así, al tratar asuntos de mucha importancia ocasionarán graves daños a las instituciones. Si los cargos públicos son honores de una nación, quien los ocupe tiene el deber de honrarlo y la mejor manera de hacerlo es emprendiendo obras (no sólo de cemento) que sean dignas de elogio.
JUSTICIA La justicia tiene que ver con un bien para otro. Es la práctica de la virtud total para con otro. A pesar de ser la justicia un bien para el estado y un elemento importante de la política, no es fácil ponerla en práctica, por que los encargados de ejercerla la descuidan o la dejan de lado, lo que da origen a que haya muchos agravios sobre todo a los más débiles a quienes se persigue y se pisotea. San Agustín decía: “Sin la justicia que son los reinos sino unos grandes latrocinios”.
LIBERTAD El hombre libre es aquel que puede gobernarse por si mismo y capaz de dominar sus apetitos y pasiones por medio de la razón. La libertad va acompañada de ciertos elementos, que implica sabiduría, poseer conocimiento y tener educación. Es responsabilidad de la autoridad que sus gobernados, no caigan en la esclavitud. Si una autoridad esclaviza a su propia comunidad es un tirano y será recordado solo por quienes favoreció en su momento. La libertad concede la autonomía e independencia en las ideas no implica que si no estás conmigo no te doy, si estas conmigo te premio con un cargo.
PRUDENCIA Se manifiesta en el saber, en la experiencia y en la capacidad de obrar. Es un principio racional el cual reflexiona y elije lo que es mejor. El hombre prudente tiene la capacidad para decidir convenientemente asesorado por el principio de la recta razón y hace las obras que son prioritarias no edifica elefantes blancos que son desperdicios de dinero. En política los errores se pagan y pueden tener repercusiones catastróficas para un organismo estatal.
SI ALGUIEN REUNE ESTE PERFIL BIENVENIDO SEA.
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